Después de intentar cuadrar durante bastante tiempo nuestros horarios, un día Marta me volvió a llamar para decirme que venían a Logroño de visita desde Belsfast justo ese fin de semana que tenía libre. Aleluya! Todo coincidía, así que fuimos a recogerles para conocer a Pablo. Nos lo había descrito con tanto amor, que no esperábamos que fuera distinto a como era en realidad. Cuando hablamos con ellos por teléfono antes de la sesión de fotos, les preguntamos qué para que querían esas fotos, ya que la muchas parejas que habían contactado con nosotras antes, eran previas a su boda. Dijeron que solo querían fotos juntos, recuerdos de su primer viaje a España para conocer a la familia de Marta. Me pareció precioso. Me encantó su respuesta.
Creo que a veces perdemos la visión real de lo que significan las imágenes. A veces la gente trata las fotos como meros cuadros perfectos que poner en el salón. Pero son mucho más que eso, son recuerdos congelados que tendrán mucho valor conforme pasen los años.
Qué maravilla! Marta y Pablo, ¡disfrutad mucho vuestro amor